Durante las últimas semanas las noticias sobre la posible extracción de materiales puzolánicos en la zona oeste de Cartagena nos muestran la necesidad del capital de explorar nuevas zonas de reservas de recursos naturales ante un planeta finito, que como la clase obrera, se encuentra sometido a la ampliación incesante de ganacias para unos pocos. Esto supone que cuando realizamos una crítica a la relación entre el capital y el medio no la podemos realizar desde un punto de vista localista sino sobre las consecuencias que esta contradicción tiene sobre el conjunto de la clase obrera.

Dicho esto tampoco podemos obviar el contexto de la comarca del campo de Cartagena y la degradación de su ecosistema como son los casos de contaminación del Mar Menor; la destrucción de la Bahía de Portmán y los suelos de la Sierra Minera o la industria petro-química. Todos estos fenómenos han tenido su efecto negativo sobre nuestra clase, ya sea en términos económicos como sociosanitarios. Todo ello con la complicidad de las diferentes administraciones públicas que han permitido que los costes sobre la salud y el medioambiente recayeran sobre la clase obrera mientras estas empresas seguían acumulando beneficios.

Es en este contexto en el que las vecinas de Cartagena están reivindicando la paralización de las pruebas sobre el terreno para la construcción de una cantera a cielo abierto en la zona oeste del municipio. Este tipo de extracción de materiales para la producción de cemento tendrá un coste medioambiental directo sobre el suelo (destinado parte del mismo a la agricultura y el efecto en cadena que generará mantener la productividad de esa tierra); sobre los acuíferos a través de las filtraciones que se produzcan en el terreno o el mismo aire con las partículas que queden liberadas en todo el proceso de extracción. 

A todo ello hay que añadirle la desvalorización del terreno, las expropiaciones forzosas de vecinos y la inestabilidad del empleo vinculado directamente a los límites de extracción de recursos y la desvalorización de la fuerza de trabajo para mantener los niveles de rentabilidad productiva.

Por todo ello, desde el núcleo del Partido Comunista en Cartagena nos oponemos a la extracción de recursos mineros en la zona oeste de Cartagena y mostramos nuestra solidaridad con las vecinas que se van a manifestar el próximo jueves 7 de septiembre frente al Ayuntamiento. 

La única salida frente al colapso ecológico pasa por un cambio en el modelo productivo y económico, por la organización de nuestra clase en torno a la consecución del socialismo, porque no hay alternativa verde dentro del capitalismo.